Parecía un caso aislado. A mediados de marzo, los usuarios de Twitter explotaron de felicidad cuando se difundió un video que mostraba el agua limpia y transparente de los canales de Venecia (Italia) que permitía ver sus peces e incluso, de acuerdo con el autor del tuit, los cisnes habían regresado al área. Días más tarde, ¡delfines y hasta un cocodrilo! Y así los casos de los animales capturados en video invadiendo los espacios tradicionalmente ocupados por humanos se fueron multiplicando con el paso de los días.
Aunque recientemente la revista National Geographic verificó y aclaró que muchos de estos avistamientos de animales eran falsos, el entusiasmo que manifiestan los usuarios al ver animales libres y saludables refleja la esperanza que aún guarda la humanidad en que la Tierra y su fauna sean capaces de trascender con éxito a la pandemia actual.
“Creo que la gente realmente quiere creer en el poder de la naturaleza para recuperarse”, comentó Susan Clayton, profesora de Psicología y Estudios Ambientales. “La gente espera y confía en que, sin importar lo que hayamos hecho, la naturaleza sea lo suficientemente poderosa como para superarlo”.+
Aire más puro
Gracias a la tecnología espacial se ha podido registrar científicamente otro efecto del aislamiento humano sobre la naturaleza: el cambio en los niveles de contaminación sobre ciertas ciudades desde que se detuvo la circulación de personas, autos y toda actividad comercial que no resulte esencial para contrarrestar la emergencia sanitaria.
A inicios de marzo, la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) publicaron imágenes satelitales que mostraron una caída dramática entre enero y febrero de los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire de China, uno de los países más contaminantes. “Hay evidencia de que el cambio está relacionado, al menos en parte, con la desaceleración económica que siguió al brote de coronavirus”, dijeron comunicaron ambas agencias.
Lo mismo ocurrió al norte de Italia (segundo epicentro de la pandemia). Aunque podría haber ligeras variaciones en los datos debido a la capa de nubes y al cambio climático, estamos muy seguros de que la reducción de emisiones que podemos ver coincide con el bloqueo en Italia que causa menos tráfico y actividades industriales”, explicó a mediados de marzo Claus Zehner, gerente de la misión Copernicus Sentinel-5P de la ESA.