El camino de Santiago
El Camino de Santiago fue declarado en 1987, por el Consejo de Europa, “Primer Itinerario Cultural Europeo”; en 1993, por la UNESCO: “Patrimonio de la Humanidad”;
La ruta original era la Via Tolosana, la ruta procedente de Francia que cruza los Pirineos por el puerto de Somport, conocida como Camino de Santiago Aragonés o Franco-Aragonés.
Desde el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en Compostela, en el siglo IX, el Camino de Santiago se convirtió en la más importante ruta de peregrinación de la Europa medieval.
La ruta Francesa es la mas transitada. El camino francés tiene 37 etapas.
En 1993, Año Jacobeo, se produce el resurgimiento peregrinal. La mezcla de reto deportivo con religiosidad, con búsqueda de lo auténtico y de uno mismo, todo ello escoltado por estilos románicos y góticos, entre caballeros templarios y monjes benedictinos, entre hayas y trigos, entre castaños y carvallos, entre leyendas y milagros hacen del Camino de Santiago una experiencia singular.
Leyendas del camino
Las leyendas relacionadas con el Camino de Santiago llegaron a ser muy populares entre los peregrinos y divulgadas oralmente, casi siempre en reuniones nocturnas de después de la cena, al amor de la lumbre en los días fríos o bajo las estrellas en el buen tiempo. Muchas de esas leyendas están recogidas en códices de los monasterios.


Todo el que haya recorrido el Camino de Santiago, o no, reconoce que la vieira es el símbolo del peregrino, no hay ninguna historia que sea la verídica, aunque si conocemos la que podría ser la leyenda que mejor encaja.
¿Qué estaríais dispuestos a hacer el día de vuestra boda con el fin de llamar la atención de la novia? Algo parecido debió de pensar el hijo del Conde de Bouzas (Pontevedra), quien queriendo ser el foco de atención de la dama decidió meterse en la playa con su caballo, con tan mala suerte de que una gran ola lo tumbó. Desesperado y camino de mar adentro, el joven rezó… poco después se encontraba en la orilla y con sus ropajes impregnados en conchas vieiras. La leyenda señala además que días posteriores llegó a Santiago el barco con los restos del Apóstol. Como si de una señal se tratara, el hijo del Conde peregrinó a la ciudad acompañado por una concha de vieira.